domingo, 10 de mayo de 2009

Festival Internacional Madrid en Danza '09

GENERACIÓN 2.0.
El triunfo de los jóvenes creadores

La XXIV edición del Festival Internacional de danza contemporánea de mayor formato en España, apuesta por el futuro. El ciclo Generación 2.0 demostró que sus propuestas son el pase directo a una nueva posmodernidad, donde las nuevas tecnologías y la interdisciplinariedad redimensionan el arte coreográfico actual.

Del 13 de abril al 3 de mayo Madrid, ciudad cosmopolita, acogió a más de 20 compañías de danza de diferentes países para celebrar el evento más importante de nuestra escena, que poco a poco se consolida como el gran festival multicultural de la danza, obteniendo así el reconocimiento y prestigio de los artistas más importantes a nivel internacional.
Este año, fiel al concepto de superación de fronteras, pudimos disfrutar de 59 actuaciones en la capital y también en varios de las localidades de la Comunidad de Madrid, ofreciendo un espectáculo accesible para todos, cercano y económico; un detalle mu significativo en estos tiempos de crisis que también sufre el arte.

Espacios escénicos
Grandes teatros para un gran Festival; las 24 producciones toman los escenarios más importantes de la Comunidad (como el Teatro Circo Price o los nuevos Teatros del Canal) pero también los espacios más alternativos de Madrid, entre los que se encuentran la sala Triángulo o la Sala Cuarta Pared. Todo por hacer realidad uno de los objetivos de cada una de las creaciones: la rea-lización de una pieza única que concibe el espacio de una ma-nera personal, y lo reconfigura en torno al universo artístico que crea.
En esta escena sin fronteras, donde triunfa la intercultu-ralidad y el intercambio, el lenguaje de la danza se convierte en el nexo de unión no sólo de los creadores, sino del público que acude a liberarse del caos de la ciudad para fundirse en la exquisita armonía de la danza contemporánea.
Los que acudieron a muestras como Fausto, de Les ballets de Monte Carlo, pudieron deleitar-se con un clásico reinventado en una versión llena de guiños
a la música alemana. Estos tintes folklóricos fueron sello común de varias de las creaciones.

La novedad: ciclo Generación 2.0
Sin duda los jóvenes coreógrafos han acaparado gran parte de la atención, tanto de la crítica como del auditorio. Madrid en danza 2009 incorporó como novedad un nuevo bloque de programación, el ciclo "Ge-neración 2.0". Lara Sánchez, miembro del equipo de prensa del festival, explica que la idea era transmitir con este nombre la existencia de una nueva ge-neración de artistas-coreógrafos que se han formado en la era de la Globalización, de internet y las nuevas tecnologías, y esto está íntimamente ligado al desarrollo de sus creaciones.
A estos nuevos talentos les une que comenzaron su creación a partir del año 2000, y han sabido entrelazar el arte de sus propias tradiciones (también en este ciclo participan compañías de varias nacionalidades) con las inquietudes del siglo XXI.
Con su gran calidad, fuerza y trasgresión consiguieron entusiasmar al público.
CONCERTO DESCONCERTO

La compañía gallega Entremans, dirigida por Alexis Fernández y Kirenia Martínez, presentó Concerto Desconcerto, una pieza en la que los bailarines ejecutan la música a partir del movimiento, creando la banda sonora de cada escena. Todo un ejemplo de interdisciplina-
riedad y dramaturgia, que deja entreveer de forma sutil las raíces del folklore gallego.

PROGRAMA DOBLE

Dos producciones de distintas nacionalidades compartieron cartel en un programa doble que obtuvo una muy buena acogida.
Se trata, por un lado, de la pieza Crying of my mother, de Raseed Muhanad, iraquí afincado en países Bajos.
Sobre el escenario, vimos a tres hombres de distintas facciones religiosas. Tres hombres que viven juntos hasta que un día la lucha, la avaricia, la guerra y la sangre se convierten en sus únicas palabras, en el único lenguaje posible. Con ello, Muhanad quiso conjugar su identidad iraquí con este nuevo mndo europeo.
Por otro, What scatches the glass from the inside, de la compañía griega Adlibdance, donde Katerina Papageorgiu (alias Kat Valastur) ejerce el papel de coreógrafa e intérprete.
Papageorgiou lleva a escena una creación que remite, en su estructura, a los mecanismos de la tragedia griega clásica. Una moderna Casandra (figura de la mitología condenada por el dios Apolo a predecir el futuro sin que nadie la creyera) ofrece un clímax psíquico que se traduce en movimientos improvisados.
Q PROJECT
Pero la pieza que mejores críticas ha reunido es este montaje de la compañía madrileña Projects in movement, del israelí Sharon Fidman, excoreógrafo de Mayumaná. Q Project brilló por la contundencia de sus coreografías, que no deja-ron indiferente a nadie.

María Ramiro Martín

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