domingo, 10 de mayo de 2009

BollyWoodLand

Una fiesta, un baile y una mirada bastan para enamorarse, pero la vida está llena de despropósitos y Maya y Anjay tendrán que sortear varios en la historia de amor que se narra en "Bollywoodland: love never dies".


El fenómeno Bollywood traspasa fronteras y la cultura india es cada vez más cercana al mundo occidental. "Bollywoodland" acerca al "Teatro Compac" de Gran Vía una historia de amor ambientada en la India. Martin Arnaud, director del musical, presenta a Maya y Anjay, los jóvenes protagonistas de una historia de amor e infortunios.
El amor es el tema central
En este caso, los chicos se conocen en una boda en Mahabalipuram donde comienza su amor y también su drama. Desde esde ese momento tendrán que sortear desavenencias sociales y familiares que pondrán a prueba su amor y darán pie a dos posibles finales: uno dramático y otro feliz.
Un espectáculo trilingüe
David Pinilla (conocido por sus trabajos en famosas series de televisión como: "Lalola", "Hospital Central" o "Cuéntame") pone voz (y presencia) al narrador de la historia que comienza de modo omnisciente para pasar a ser parte de la obra misma, interviniendo en múltiples ocasiones, a veces como comentarista y otras como protagonista. El narrador presenta a los personajes y contextualiza las escenas en español, frente a los diálogos en lengua inglesa y las canciones en hindi, de tal modo que ayuda a la comprensión de la trama, aunque parte de los diálogos están subtitulados.
Bollywoodland da el pistoletazo de salida al género oriental hindú, pero no es el único, entre otros espectáculos de este género, destacamos: "India…un viaje musical" (Teatro Prícipe, desde el 15 de abril) que, a través de la historia de una chica española que viaja a la India en busca de sus raíces, se presentan los secretos de este país mediante bailes autóctonos fusionados con tendencias de la calle, como el break dance, el hip-hop o el rock and roll.
Así pues, sólo queda disfrutar esta nueva expresión de arte llena de colorido y dinamismo.

Lo mejor
- El sonido y la iluminación.
- El vestuario, los colores y las coreografías.

Lo peor
- La trama: corta y simple.
- El narrador, aunque buen actor, cobra demasiado protagonismo.

Miriam Rodríguez Pallares

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